Hace poco me tom una cerveza en el Llandoger Trow de Bristol. Cuenta la leyenda que el pub fue la fuente de inspiraci n de Robert Louis Stevenson para crear al almirante Benbow de La isla del tesoro. Ahora tambi n sirve de inspiraci n para contar c mo la pirater a afecta a la industria actual de los medios de comunicaci n y el entretenimiento. Seg n los ltimos informes, varios estudios indican que la pirater a ha alcanzado proporciones epid micas, y el peri dico brit nico The Guardian informa de que Se supon a que el streaming acabar a con la pirater a. Ahora es m s f cil que nunca. Es hora de contar la historia de otra manera y de ofrecer nuevas perspectivas sobre c mo podemos luchar de manera conjunta contra una de las mayores amenazas con las que nuestra industria se enfrenta hoy en d a. El punto de vista de los expertos
Y si lo escuch ramos directamente de la fuente? Qu pasar a si entrevist ramos a un pirata y lo escuch ramos de su boca y obtuvi ramos informaci n privilegiada de alguien que se ha sentado a piratear contenidos a prop sito para obtener una recompensa econ mica? Los piratas no suelen anunciar sus servicios de asesoramiento en los clasificados locales, as que acceder a uno de ellos no fue tarea f cil. Pero la entrevista resultante nos permiti comprender por qu los piratas hacen lo que hacen, y no es solo por dinero.
Esta es la primera entrega de una serie de blogs en los que exploraremos los factores humanos, las motivaciones y la metodolog a de un pirata. Tambi n exploraremos las posibles implicaciones para la industria y c mo NAGRA contribuye a fortalecer la lucha contra la pirater a en la industria de los medios de comunicaci n y el entretenimiento.
Comprender las motivaciones humanas de un pirata
La primera pregunta a la que quer amos dar respuesta era por qu ? Era por dinero, por el prestigio resultante o sencillamente por un reto intelectual que tra a consigo una recompensa econ mica considerable?
El sujeto fue un pirata televisivo activo durante 17 a os. Comenz siendo un adolescente aburrido que se topaba con el crecimiento de Internet; la explosi n de la tecnolog a y la lista de posibilidades que esto presentaba para una persona con mentalidad t cnica dieron lugar a un rico terreno de juego. Un terreno de juego que, en aquel momento, apenas contaba con regulaci n o consecuencias.
Hicieron falta los titulares de Napster para que el pirata se diera cuenta de que las acciones que l y sus colaboradores llevaban a cabo acarrear an consecuencias. Consider que los proveedores de televisi n paga estaban diseminando su se al en mi patio y no pueden decirme qu puedo y qu no puedo hacer con ella . Interceptar los contenidos y redistribuirlos con fines il citos se convirti en un reto t cnico. En su calidad de asesor y no como alguien dedicado a la venta y distribuci n de contenidos piratas, el pirata dej de lado la escuela, el trabajo, la familia y los amigos, y la pirater a se convirti en su nico objetivo. Pero con el xito lleg la trampa. A medida que se buscaban servicios, se obten an beneficios econ micos y, a pesar de que otros colaboradores hab an sido atrapados, la oportunidad de uno m s se convirti en una droga de la que segu a pidiendo m s. Las peticiones de m s conocimientos tecnol gicos, empresariales y de marketing para ayudar a establecer nuevos servicios piratas se convirtieron en un c rculo vicioso del que le resultaba imposible salir.
Eras de la pirater a
El pirata habla de eras de la pirater a: la era de las tarjetas inteligentes y la de la IPTV, por citar dos. Las eras terminan con nuevos avances tecnol gicos que los piratas, como l, necesitan sortear para continuar con su actividad il cita. Entre ellos, las nuevas t cticas antipirater a de los legisladores y las acciones de retirada de contenidos emprendidas por alianzas entre propietarios de contenidos, distribuidores y vendedores como NAGRA. Estas medidas no solo han disuadido las actividades ilegales, sino que tambi n han provocado el cierre de un n mero cada vez mayor de servicios piratas.
En comparaci n con la era de las tarjetas inteligentes, la de la IPTV es un avispero. Se trata de una era que no deja de evolucionar gracias a los avances tecnol gicos, tanto en el lado de los piratas como en el de la industria. Pero, es una piedra rodante fuera de control o puede la industria conformar una defensa colectiva que le permita detenerla?
El pirata, ahora reformado y ayudando a la industria a contraatacar, est convencido de que se puede implementar una defensa. Cree que hay que empezar por educar a los estudiantes de colegio; al fin y al cabo, fue all donde l descubri por primera vez que podr a utilizar sus conocimientos t cnicos para obtener beneficios ilegales. Puede que en las clases de hoy se hable del robo de la propiedad intelectual y de por qu est mal robar en Internet, pero es demasiado poco y demasiado tarde? El avispero que es la pirater a en l nea sigue evolucionando y, como suger a el art culo de The Guardian que mencionaba al principio de este art culo, con el avance del streaming y la tecnolog a disponible asociada, la pirater a deber a estar disminuyendo en lugar de avanzar.
La perspectiva de la industria
El mundo de los medios de comunicaci n y el entretenimiento atraviesa un periodo de cambios intensos en el enfoque de la distribuci n, en la distribuci n de contenidos y en la monetizaci n. Toda la turbulencia que esto provoca genera incertidumbre y cambios, que son el coto de caza perfecto para los piratas. Sin embargo, los periodos de cambio tambi n traen consigo nuevas oportunidades para las organizaciones que buscan acabar con la pirater a. Ah es donde, como miembro orgulloso de varias alianzas de la industria en todo el mundo, NAGRA tiene un papel que desempe ar.
Los equipos antipirater a de NAGRA disponen de herramientas que co










